Las férulas de descarga son uno de los tratamientos más habituales en cuanto a salud bucodental. Sin embargo, hay quienes todavía no tienen claro para qué sirven o cómo funcionan estos aparatos. ¿Son lo mismo que las férulas de ortodoncia? ¿Puedo usar mi retenedor como férula de descarga? En este post resolvemos todas tus dudas.
Qué son las férulas de descarga
Se trata de férulas de resina acrílica, fabricadas gracias a un molde personalizado de la mordida de cada paciente. Pueden colocarse tanto en la arcada superior como en la inferior y, aunque sí son similares a las férulas que se utilizan tras los tratamientos de ortodoncia, no son lo mismo.
Las férulas de descarga son más densas y más resistentes, ya que su finalidad no es la de mantener la posición de la dentadura, si no absorber toda la descarga de fuerza involuntaria que algunas personas realizan al dormir. Por ejemplo, pacientes con bruxismo, pero también por otras patologías.
Quienes aprietan la mandíbula o rechinan los dientes por la noche, pueden acabar sufriendo graves problemas de desgaste en sus piezas o en su articulación temporomandibular, con los consiguientes dolores y molestias que esto supone. La función de estos aparatos es absorber toda esa fuerza, reduciendo la presión y evitando el desgaste.
Beneficios de su uso
- Ayudan a relajar los músculos mandibulares, evitando dolor y agarrotamiento.
- Reducen los dolores de cabeza, oído o cuello derivados de la tensión mandibular.
- Facilitan el sueño y el descanso de los pacientes.
- Evitan el desgaste final de las piezas dentales.
Cómo se utiliza
Tras un estudio realizado por tu dentista y la obtención de tu férula personalizada, el tratamiento es muy sencillo. Simplemente deberás colocártela en los momentos indicados por tu especialista. Lo habitual es utilizarla por las noches, ya que inconscientemente es cuando más se producen estos trastornos. Sin embargo, existen casos más avanzados o derivados del estrés que pueden requerir de un uso diario.
Para colocarla simplemente deberemos humedecerla y colocarla sobre los dientes, presionando con los dedos. Debemos evitar ajustarla apretando la mandíbula o con la lengua, ya que una colocación incorrecta puede terminar dañando la férula.
Para mantenerla limpia, lo más recomendable es utilizar agua y jabón neutro y, de vez en cuando, una pastilla limpiadora (recordad que, como en otros casos, no se debe usar pasta de dientes).
Si has notado dolores la mandíbula al levantarte por las mañanas o aprecias desgaste en el esmalte de tu dentadura, tal vez deberías plantearte el uso de una férula de descarga. En CS Dental realizaremos un estudio de tu caso y te aconsejaremos y guiaremos en tu tratamiento. Aprovecha nuestra primera visita gratuita y visítanos.
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